Hablemos de seguridad. Y aquí es inevitable empezar hablando de terrorismo, la primera amenaza a la seguridad de los españoles, especialmente de los que viven en el País Vasco, Navarra o Madrid, pero también el resto.
Y aquí, por primera vez en años, ETA ha matado tres personas, precisamente bajo el gobierno de Zapatero. Dos de ellas en el atentado de la T-4. Otra más en un atentado callejero en Baracaldo. Precisamente cuando ZP declaraba, venticuatro horas antes, que “estamos mejor que hace un año”. Acaba de decir lo mismo refiriendose a la emigración, o sea que habrá que echarse a temblar.
Es indudable que ha arreciado el terrorismo callejero y las demostraciones de fuerza del entorno de ETA. Incluso esta campaña electoral está siendo un rosario de agresiones de los separatistas contra los candidatos de otras formaciones. Es decir, la situación ha empeorado y hay mayores amenazas sobre nuestra seguridad.
A considerar también el terrorismo islámico, que tiene en España una de sus bases europeas y donde cuenta con la financiación de varios paises árabes y la “simpatía ” de un gobierno que pretende incluso financiar a los imanes con nuestros impuestos.
Otro aspecto, es la irrupción numerosa de bandas organizadas, en especial de paises del Este y Sudamérica. Han aumentado los crimenes atribuibles a estas mafias que también participan en la extorsión, prostitución y tráfico de armas, personas y drogas.
Un ejemplo sangrante es Cataluña. El tripartito, que lleva años en el poder, no ha logrado frenar la creciente sensación de inseguridad. Y no es que la gente sea paranoíca. Según ADN, uno de cada tres barceloneses ha sufrido algún tipo de delito en el año 2006. Y, en cada región española, hay ejemplos suficientes de este deterioro de la seguridad, con unas fuerzas desmotivadas, con problemas de coordinación y dirección y unas bandas cada vez más organizadas y agresivas. Un ejemplo: en Aragón, los delitos contra las personas crecieron un 8% en 2006.
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