El gobierno y sus televisiones se empeñan en ocultar la campaña electoral acusando al PP y al resto de sus oponentes de tener un monotema: Batasuna-ETA.El PP y otros partidos ya son suficientes para responder a esas maniobras. Lo que vamos a hacer es sacar a la palestra lo que está siendo la realidad de Zapatero y sus amigos en los temas que afectan a todos los españoles. Y el terrorismo es uno de ellos, sin duda, aunque ahora les resulte incómodo que les recuerden sus fracaso.
Y el empleo es otro de esos temas. Después de más de 20 años de dominio del PSOE en Andalucía y Extremadura, siguen a la cola de España en todos los apartados. Incluyendo la creación de empleo. Sin embargo, en menor periodo, Madrid, Comunidad valenciana y Baleares están a la cabeza, según el INE.
Los fiascos de la Isla de la Cartuja, de Cádiz o la dejadez en Málaga, Jaén o Almería son una constante. El caso de Delphi es una tomadura de pelo en el que la Junta no ha explicado porque se pagaron cientos de millones a intermediarios para que matuvieran la fábrica hasta 2010. Recuerda mucho a Gilette y las rimbombantes amenazas de Chaves, que quedaron en nada.
La construcción está en franco retroceso y amenaza estallar la burbuja inmobiliaria. Los bancos británicos aconsejan no invertir en el ladrillo español y a la Ministra de Vivienda no se le conoce una iniciativa (que no sea la tontería de las zapatillas) al respecto. En el campo, el Gobierno no ha defendido el tabaco extremeño ni canario y por primera vez, desde nuestra entrada, la UE va a promocionar la agricultura sin la presencia de España…
Y podemos hablar de industria. La crisis permanente del metal y naval agotan la paciencia de los trabajadores sin un plan de reindustrialización. Los incidentes de Vigo, Asturias o Sevilla dejan al descubierto la connivencia de las cúpulas sindicales (esclavas de los presupuestos del Gobierno) con la inactividad de Juntas y Gobierno (todos del PSOE). El Ministerio de Industria, en manos de un desprestigiado Joan Clos que se dedica a hacer el ridículo ante las empresas, parece no tener nada que decir. ¿Seguimos?
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¿Qué vas a hacer con mi voto?
Y, mientras, todos tenemos derecho a saber para qué va a servir nuestro voto. ¿Van a pactar en Navarra, Baleares o Valencia con los separatistas para integrarnos en Euskadi o Cataluña?
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